La convivencia escolar motiva un amplia reflexión sobre el conflicto escolar y las rutas de atención que se han generado en torno al mismo.

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Esta reflexión debe verse no solo desde el contexto local, sino desde diversos aportes que han nutrido los conceptos de convivencia escolar, solución de conflictos y generación de estrategias para mediar los problemas de disciplina y comportamiento a nivel institucional, lo cual nos permite concebir la educación como el proceso el cual debe dirigirse no únicamente a la adquisición de conocimientos y habilidades que permitan aprender, sino también al desarrollo de actitudes, valores y conciencia social que permitan aprender a vivir, a ser felices y a compartir solidariamente lo común y recíproco.

Contemplar el tema de la convivencia, orientada a la solución de conflictos, es importante en la medida que permite ver en la educación como un espacio para la formación de seres humanos autónomos, con capacidad de reflexionar sobre sí mismos y sus actuaciones, trascendiendo lo curricular y partiendo del reconocimiento de la diferencia, es decir, haciendo de la escuela algo más que un currículo estandarizado limitado a la enseñanza por competencias.

Con base en las consideraciones realizadas, el presente artículo pretende dar a conocer a la comunidad educativa el valor de la conciliación, la mediación y la intermediación para alcanzar la sana convivencia en unión de la comunidad educativa tras el alcance de una meta en común, el conflicto y los pactos, serán el camino para desembocar en la pertinencia de generar acciones participativas para la construcción de escenarios participativos y confortables de convivencia escolar.